viernes, 19 de abril de 2013

Falsos amigos (I)

Foto: infinitoestudio.com

Estrenamos hoy una nueva serie dedicada a las lenguas portuguesa y española, más concretamente a un extraño fenómeno que se produce entre ambas, el de los Falsos Amigos.

Y digo extraño porque no soy capaz de comprender cómo una misma palabra puede llegar a significar en cada idioma algo completamente diferente y a veces, ser antónimas.

Para explicar el fenómeno están los filólogos, pero yo creo que ni ellos se aclaran. Lo que si es cierto es que por culpa de los Falsos Amigos, auténticas trampas mortales, un español poco prevenido que tratara de hacerse entender en portugués en el país vecino, se puede meter en un verdadero lío.

Lo mismo puede ocurrir del otro lado, cosa mucho más frecuente ya que el portugués, con su proverbial facilidad para las lenguas, se lanza mucho antes que el español a chapurrear el llamado portuñol. (Escúchese al 90% de los políticos y ciudadanos de a pie lusos).

Para evitar estas situaciones, unas veces divertidas y otras no tanto, nada mejor que acudir a un curso oficial de portugués o de español, según el caso, e ir desterrando esa dañina variante de la manida fusión aplicada a la lengua llamada portuñol y que tantos estragos provoca a ambos lados de la raya. 

Muchos se preguntarán a estas alturas cual es la relación de este tema con los contenidos de Pessoas en Madrid. Quizás encontraríamos alguna pista que explicase el origen de este fenómeno si pudiésemos oír una conversación entre la emperatriz Isabel y su hijo Felipe II o entre este y su amigo Ruy Gomes da Silva, príncipe de Éboli.

Entre Almada Negreiros y Ramón Gómez de la Serna o entre Leal da Cámara y Valle-Inclán. Entre Isabel de Avis y su hija Isabel la católica o entre Juana de Avis y su hija Juana la beltraneja. ¿Y que me dicen de una conversación a cuatro entre Lavanha, Teixeira, Pereira y Velázquez sobre ciencia y arte?

Si pudiéramos hacer un viaje en el tiempo madrileño hallaríamos muchas respuestas al problema de los Falsos Amigos como consecuencia del secular intercambio cultural, plagios y préstamos léxicos entre ambas lenguas.

Esta serie sólo trata de ser preventiva, que no curativa, para cuando nos animemos a falar português con nuestros vecinos de al lado (y con los brasileños, angoleños, caboverdianos, mozambiqueños, guineanos, goenses, timorenses, macaenses, etc.)



FALSOS AMIGOS

A) Palabras homófonas de significado diferente.

Empecemos por los clásicos exquisito y espantoso:

Esquisito en portugués es excéntrico, maníaco, raro. En español (con x), de singular y extraordinaria calidad, primor o gusto en su especie.

Espantoso en portugués es maravilloso, asombroso, increíble. En español, que causa espanto, muy feo.

Ejemplos:

- Al poco tiempo de conocer en Lisboa a la que hoy es mi mujer, fui convidado por sus padres a una cena formal. Enterados de que mi dulce favorito era la tarta de limón, a los postres se sirvió una con muy buena pinta. Estaba deliciosa, tal cual la harían en el mismísimo Embassy. Nada mas probarla, muy satisfecho solté un:

¡Hummm, está exquisita!. Se hizo un terrible silencio sobre la mesa y los gestos de alegría se volvieron de espanto (espanto del nuestro). Gracias a que mi futuro suegro tradujo mentalmente la palabra al francés (exquis) y del francés al portugués (delicioso) se pudo aclarar el malentendido y la cena terminó sin más incidentes que señalar.

- Haciendo un poco de historia-ficción, es muy probable que cuando Ruy Gomes da Silva fuese presentado por Felipe II a su futura mujer, la seductora Ana de Mendoza y La Cerda (futuros príncipes de Éboli), este le dijera: Que mulher mais espantosa!. Y a partir de ese momento comenzaron los problemas de la singular pareja...


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Falsos amigos (II)
Falsos amigos (y III)








P.D.
He actualizado la entrada de Dª María Isabel de Braganza (y III) con un nuevo dato sobre el arquitecto Antonio López Aguado extraido del blog amigo Fotoblog-Madrid.

10 comentarios:

  1. Hola Antonio, muy original, interesante, divertido, imaginativo... me ha encantado tu post :)
    Abrazos y ¡buen fin de semana!

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    1. Hola Mercedes, muchas gracias por tus cariñosos calificativos. La serie me recuerda un poco a las lecciones que dan Trancas y Barrancas en el Hormiguero de vez en cuando (bastante más descafeinadas).
      Un abrazo.

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  2. ¡Qué buena esta serie que acabas de iniciar! ¡Y qué divertida la anécdota que cuentas! Tienes razón con lo de los falsos amigos, a veces pueden resultar muy embarazosos (seguro que esta última palabra significa otra cosa en portugués). También tienes muchísima razón con la facilidad idiomática de los portugueses, es increíble, ojalá los españoles tuviéramos ese don.

    Enhorabuena por el post. Abrazos, Jesús

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    1. Muchas gracias Jesús, me alegro de que te haya gustado. Embarazo es polisémico en español pero no así en portugués que sólo significa incómodo. Embarazo en portugués se dice gravidez, que resulta arcaico en español. ¡Lios de la lengua!
      Un abrazo

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  3. Hola Antonio,
    Sí señor, "espantosa" serie que espero tenga muchos capítulos. La historia hispano-lusa, dadas sus extensas vinculaciones, debe ser muy rica en este tipo de equívocos.
    Original idea. Felicidades.
    Un abrazo.

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    1. Menos mal que tengo unos cuantos amigos "espantosos" por la red que con su exquisita (con x) ironía animan esta madroñosfera.
      Muchas gracias, Manuel y un abrazo.

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  4. Hola:
    Soy de Brasil pero vivo en Argentina, me sentí muy identificado con estos 'falsos amigos', son así de reales y confusos.
    Me gustó este blog.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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    1. Hola Humberto, muchas gracias por tu comentario y bienvenido a este blog. Los falsos amigos entre el español y el portugués me van a dar mucho juego, los hay increibles y algunos muy graciosos. Siendo brasileño y viviendo en Argentina se debe complicar más la cosa al añadir los que existen entre ese país y España
      Un abrazo

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  5. Prometedor inicio de serie que seguiré atentamente, pues me encantan los curiosos “juegos de palabras” que se producen entre el castellano y el portugués. Acordar, por despertar, pegar por coger, asas por alas, estar tonta por estar mareada y tantas otras que hacen de la lectura en portugués una tarea siempre agradable.

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    1. Muchas gracias Concha,
      Ya veo que dominas bastante bien el portugués. Es cierto que la lectura del portugués es una tarea agradable que te obliga a estar alerta y a veces hay sonidos y palabras que te transportan al pasado.
      Un saludo.

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